BUÑUELOS DE VIENTO Y FELIZ DÍA DE DIFUNTOS

INGREDIENTES

2 huevos
125 grs de harina
25 grs mantequilla
2 cucharadas soperas de azúcar
ralladura de limón
1 vaso y 1/4 de agua
un pellizco de sal
aceite para freir y azúcar glass para adornar
Relleno de crema
1/2 leche
corteza de limón
3 yemas de huevo
2 cucharadas de maizena
5 cucharadas de azúcar

PREPARACION

En un cazo poner agua, mantequilla, azúcar ralladura de limón y la sal. Cuando empieza a hervir echar de una vez la harina y remover con una cucharada de madera hasta que se despeque de las paredes. Separar del huevo y cuando se temple agregar los huevos de uno en uno  e integrarlo antes de poner el siguiente. Dejar reposar dos horas.
Freir con abundante aceite no muy caliente. Coger con dos cucharas y separar.El éxito está aquí, la masa cae al fondo y poco a poco sube y se va haciendoe inflando y tomando la forma redonda, se han de cocer por dentro, ellos mismos se dan la vuelta. Al final se puede subir un poco el fuego para que se doren.

Sacar con una espumadera y colocar sobre papel absorbente.

Para la crema poner todos los ingredientes en la THM y programar 10 minutos, vel 3 90º .
Si se hace sin THM poner en un cazo a muy poco fuego y batir continuamente con una varilla para que no se pegue hasta que cuaje.
Cuando se tibien colocar la crema en una manga pastelera con pincho o jeringuilla de adornar (la mía era de un solo uso, la compré en los chinos y al ir a fregarla se rompió... Hay cosas que no vale la pena.
Pinchar el buñuelo y apretar para meterle la crema.
Espolvorear con azúcar glass.

HISTORIA

Menos mal que los buñuelos me salieron bien, que después del éxito de los huesitos...
El día de difuntos íbamos a oir tres misas seguidas. Yo no entendía muy bien aquello, pero la iaia me contaba que era así, menos mal que era bastante rápido.
La que no tenía problema era la Bis, que toditos los días iba a Misa. Yo siempre cuando tenía algo importante entre manos le pedía que rezara por mí, que seguro que ella tenía ya influencias... cuando nació Carmela como el parto fué tan largo me contó que había rezado tanto que se le quedaba la boca seca.