INGREDIENTES
550 gr de harina de fuerza
25 gr. de levadura de panadero
200 gr. de leche
2 huevos
85 gr de azúcar
125 gr de mantequilla
1 sobre de azúcar vainillado
PREPARACION
Colocar en un bol la mantequilla con la leche tibia y mezclar bien. Deshacer la levadura. Agregar el azúcar, los huevos un poco batidos con el tenedor y mezclar bien.
Ir añadiendo la harina poco a poco hasta formar la masa. Amasar durante al menos diez minutos hasta que se forme la red de gluten.
Colocar la masa en un bol, con un poco de aceite de girasol y dejar reposar durante al menos una hora hasta que doble su tamaño tapado con un paño en un lugar oscurito.
Separar la masa en porciones de 30 gramos. Formar bastoncitos. Unos doblarlos sobre sí mismos y enrollar los dos extremos sobre sí mismos formando la colita, que queden los dos extremos separados. Con otros hacer un nudo y esconder los dos extrenos debajo, formando como un rollito.
Colocarlas en la fuente donde se vayan a hornear y dejar levar de nuevo durante al menos una hora tapados con un paño de cocina. Pintar con huevo y colocar anisitos o topings de colorcitos.
Hornear durante diez a quince minutosa 180º. Previamente el horno estaría precalentado a 250º.
Dejar reposar en una rejilla. Colocar en el hueco un huevo pequeño de chocolate y cuando se enfríen poner dentro de las bolsas adornando con un lacito, o en una fuente
HISTORIA
El pasado sábado 05 de Abril asistimos a la IX reunión de Tweets and food. Fué un día fantástico, como siempre que organizan algo las tweets. Esta vez nos llevaron a Altura, donde nos recibió el alcalde, visitamos la Cartuja de Vall de Crist y degustamos un montón de productos de la zona, como mermeladas caseras, aceite, quesos, allioli y salsa brava fantástica de la marca Gil, vino, dulces tradicionales y una fideuà de foie y callos que nos fascinó. Como no, lo mejor fué el cariño de los alturinos y lo bien que nos trataron. Tuvimos la suerte de tener a Jose Luis como guía. Jose es un enamorado del alto Palancia, como demostró en sus amenas y precisas explicaciones plagadas de anécdotas y de hechos y costumbres históricas que hicieron que conocieramos de primera mano la Cartuja y luego la Cueva Santa. Podeis conocer mejor el alto Palancia a través de su blog: http://viveelaltopalancia.blogspot.com.es/ del que ya me hecho seguidora.
Por whatsapp le dije a mi familia donde íbamos: Nos dirigimos a la Cueva Santa, a 12.000. metros de Altura. Mi hermano respondió que me fuera poniendo la mascarilla de oxígeno hasta que le expliqué que era la distancia del pueblo de Altura, y mi madre me dijo que iba a conocer el lugar donde habían ido mis bisabuelos de viaje de novios, en un carro tirado por un caballo muchos, muchos años antes.
En la cueva nos esperaba la virgen a la que veíamos como una aventurera después de toda la historia y los milagros que ya sabíamos de ella.
Después de disfrutar un montón, todavía faltaba lo mejor, comer en el restaurante La Farola de Altura.
Aunque dar un diez, que significa la perfección, no es nunca recomendable, yo sí me atrevo a darlo y eso por la calidad de los platos, la cantidad, la esmerada presentación, la originalidad, el sabor y el punto que se dió a la comida y como salió a la mesa, el servició de diez.
Pronto iremos con los amigos que no pueden perderse algo así.
Saludé a Joselín antes de subir al autobús que nos llevó a Altura y me enseñó lo que escondía en una bolsa: unas mini monas como estas, bueno mucho más bonitas ya que ella es una maestra y yo sólo una aprendiz, y con todo el cariño que acostubra nos dió una a cada uno. Me quedé prendada por lo bonitas que me parecieron y, al probarlas, por lo buenas que estaban. Por eso cuando hizo un curso para enseñar a hacerlas me apunté sin dudar.
En la vida hay que disfrutar al máximo y el cinco de Abril no se pudo quejar, ya que fué disfrutado en cada instante, con la excursión y las repito fantásticas explicaciones de Jose Luis, la comida en la Farola, por supuesto, la compañía y las mini-monas con que nos obsequió mi amiga y vecina Joselín.