INGREDIENTES
1 paquete de galletas oreo de 160 gr.
50 gr de mantequilla
250 gr de leche evaporada o normal
120 gr de chocolate blanco
100 gr azúcar
2 sobres de cuajada Royal
250 gr de queso de untar tipo Philadelphia
500 gr. de nata
1 paquete galletas pequeñas oreo para
adornar
Para el merengue:
4 claras de huevo
100 gr. de azúcar.
AL LÍO CON MAMBO!
Separar la pasta blanca de dentro de las
galletas oreo de la galleta. Picar las galletas a vel. 6 hasta que por el oído oigamos
que están convertidas en polvo. Reservar un poco de este polvo para adornar.
La mantequilla ha de estar blandita, a
temperatura ambiente, si no es así, ponerla unos segundos al microondas.
Introducir en el vaso y mezclar a vel 4
hasta que esté integrada la mantequilla.
Forrar la base de un molde desmoldable con
papel vegetal, he usado uno de 20 cm, sale bastante alta, con estas cantidades
se puede usar uno de diámetro algo mayor.
Poner la masa de galletas y mantequilla
sobre la base y aplastar con una cuchara o paleta hasta dejarlo liso. Mientras
se hace la crema ponerlo en la nevera.
Introducir el resto de ingredientes menos
los huevos en el vaso. Programar 20 minutos a 94 grados vel.3 ó 4 y cuando
lleve cinco minutos bajar la potencia calórica al 7
Sacar el molde del congelador y poner la
mezcla del vaso encima. Poner un cucharon entre la mezcla al caer y el fondo
para que no rompa la base.
Tapar con un film y dejar enfriar en nevera
al menos cuatro horas y mejor de un día para otro en la nevera.
Al sacar de la nevera terminar con los
polvitos de la galleta que habíamos reservado o bien con el acabado de
merengue:
Para el acabado de merengue:
Limpiar y secar bien el vaso, poner la
mariposa y programar 6 minutos a vel. 4 cuando pare poner 125 gr de azúcar y
seguir 2 minutos más a vel 4.
Cubrir la superficie de la tarta con el
merengue formando piquitos con un cuchillo y con pequeñas galletas oreo y los
polvitos de galleta en los laterales.
Poner unos minutos al grill para dorar un
poco el merengue.
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Separar la pasta blanca de dentro de las
galletas oreo de la galleta. Picar las galletas en un robot o batidora de vaso
o bien dentro de una bolsa de plástico cerrada y golpeándolas con el mazo de un
mortero.
Reservar un poco de este polvo para
adornar.
La mantequilla ha de estar blandita, a
temperatura ambiente, si no es así, ponerla unos segundos al microondas.
Mezclarla con el polvito de galletas y
forrar la base de un molde desmoldable con papel vegetal, he usado uno de 20
cm, sale bastante alta, con estas cantidades se puede usar uno de diámetro algo
mayor.
Poner la masa de galletas y mantequilla
sobre la base y aplastar con una cuchara o paleta hasta dejarlo liso. Mientras
se hace la crema ponerlo en la nevera.
Introducir el resto de ingredientes menos
los huevos en un cazo a fuego muy lento y removiendo continuamente para que no
se pegue.
Sacar el molde del congelador y poner la
mezcla del cazo encima. Poner un cucharon entre la mezcla al caer y el fondo
para que no rompa la base.
Tapar con un film y dejar enfriar en nevera
al menos cuatro horas y mejor de un día para otro en la nevera.
Al sacar de la nevera terminar con los
polvitos de la galleta que habíamos reservado o bien con el acabado de
merengue:
Para el acabado de merengue:
Montar a punto de nieve las claras, añadir
el azúcar y seguir montando hasta que estén bien firmes.
Cubrir la superficie de la tarta con el
merengue formando piquitos con un cuchillo y con pequeñas galletas oreo y los
polvitos de galleta en los laterales.
Poner unos minutos al grill para dorar un
poco el merengue.
HISTORIA
Hay que ver cómo pasa el tiempo. Hace nada
tenía un bebé en brazos con un gorrito y los ojos rasgados y hoy ese mismo bebé
me ha pedido una tarta oreo pero con acabado de merengue para celebrar su 17
cumpleaños.
Ha pasado rápido, pero convivir con los locos
bajitos tiene lo suyo, intentar educarles, transmitirles valores, que se
sientan ellos valorados y queridos,
Hemos conseguido llegar hasta aquí, y lo
que nos queda, 17 años de niño, ya adolescente, inteligente, bueno, noble,
divertido… y en ocasiones poseído por el monstruo de la adolescencia que se le
apodera a ratos…
Le ha encantado su tarta, me ha dicho, :
-Es exactamente cómo te dije…- y yo toda tontorrona de verlo tan contento… que
os voy a contar