INGREDIENTES
Un cuarto de costillitas de cerdo cortadas a trozos
patatas
una cabeza de ajos
tomate rallado
pimentón
garbanzos
400 grs de arroz
2 morcillas
agua
PREPARACION
agua
PREPARACION
Freir la patata cortada en láminas. Reservar. Freir las costillitas y la panceta, cuando están doraditas poner en la cazuela. Sofreir el tomate y cuando ya esté añadir el arroz, dar unas vueltas y añadir el pimentón. Echar en la cazuela. Si hemos puesto 4 tacitas o cazos de arroz (para 4 personas que vienen a ser unos 400 grs) se ha de poner el doble justo de agua y ponerla ya hirviendo. Añadir los garbanzos, que, o bien los ponemos congelados o de bote o si los hemos puesto a remojo la noche anterior hay que hervirlos previamente unos 20 minutos. Poner el azafrán remover y corregir de sal. Añadir dos morcillas y la cabeza de ajos (perdiu) en el medio. Poner las rodajas de patata por encima y hay quien pone rodajas de tomate crudo. Yo he puesto dos longanizas para los nenes, pero mi madre no las ponía.
HISTORIA
Esta receta huele a todos los sábados de cuando era una niña. El iaio se iba a trabajar, y nosotros nos quedábamos preparando las cosas para ir al chalet. Íbamos a comprar al mercado de San pedro Nolasco y luego la iaia preparaba la caçola d'arroç al forn (cazuela de arroz al horno). Nos íbamos a L'Eliana, la iaia con el arroz encima de sus rodillas protegidas con periódico para no quemarse y el coche oliendo ummmmmm aún lo recuerdo. Nada más llegar ¡a comer!
Me sentía mayor cuando la iaia me dejaba preparar a mí la comida. Un sábado me quedé de piedra cuando fuí a poner la cazuela en el horno y se me cayó todo por el horno y la puerta que como estaba caliente empezó a echar humo.
Tambien me lleva a nuestra querida vecina Vicenta llevando su cazuela por la calle para que se la cocieran en el horno, y como el caldo va medido, llevaba un cazo con el agua para añadírsela en el momento de meterla la horno y que no se le cayera por el camino. Yo le preguntaba a la iaia, porque no entendía qué, teniendo horno en casa, tuviera que salir a la calle y pasear el arroz, y ella me contaba que antes todo el mundo lo hacía, era normal llevar las comidas a cocer al horno, incluso alquilarlo por una tarde para hacer cocas de panses y dulces de temporada.
No hay que confundirlo con el 'arroç rossejat', que es el que se hace al día siguiente de hacer el puchero con las carnes que han sobrado y el caldito del cocido,aunque ahora casi todo el mundo llama arroz al horno al que hace con el caldo del cocido.
También me recuerda a la bis, con una silla de madera moviéndola arriba y abajo como si fuera una mecedora y aunque parecía que la iba a romper, seguía entera año tras año meciendo al nieto más pequeño y cantando:
la meua chiqueta és l'ama
del carrer i del corral
de la figuera i la parra
i la flor del taronjar
la meua chiqueta es l' ama
i sa iaia la vol molt
li farà una caçoleta
pleneta d'arroç al forn.
Un día me contó que cuando a la tía Pili le cantaba otra ella le decía: -¡eixa no mare!, la de la caçoleta....
La tía Pili es mi madrina.
esto tiene que estar de muerte, madre mia que pinta.......Rico, rico.....
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