TARTA DE CUMPLEAÑOS

INGREDIENTES

5 Huevos

180 grs de azúcar

180 grs de harina

Rayadura de limón

1/ paquete de levadura Royal
200 grs de margarita Flora

2 yemas
Azúcar glass
1 Pastilla de chocolate puro Dolca

PREPARACION

Se baten las claras a punto de nieve. Se añade el azúcar poco a poco hasta que se deshaga. Tienen que quedar bien firmes y Juan siempre e recuerda el truco de la iaia: hay que poner el bol boca abajo encima de la cabeza de alguien y si no se cae...es que ya está. No veas lo bien que se lo pasa hasta que comprueba que el merengue ya está bien firme.

Se añade la rayadura, las yemas (una a una ligando a la masa) y la levadura. Por último la harina con la levadura mezclada, sin remover mucho para que no se baje. Se unta un molde con mantequilla y se introduce al horno a 180º Una media hora. Es importante que en todo el rato no abramos la puerta del horno.
Cuando se enfría, cortar en tres láminas y rellenar con la trufa.
Luego hacer un merengue bien firme con tres claras y azúcar y adornar.
Como hacer la trufa
Se deshace el chocolate al baño de María (o al microondas se trocea a cuadraditos y se pone al mínimo de potencia) y se deja a temperatura ambiente. Amasar la  mantequilla, ir añadiendo las yemas una a una hasta que las integren y el azúcar glass. Con las claras hacer un merengue muy duro y añadirlo sin que se baje.

HISTORIA

 

El día 10 de Julio mi princesa Laura cumplía 4 años y su iaia le preparó este estupendo pastel que ella quería blanco y con princesas.

De todos los papeles que vivimos, ser tía es uno de los mejores. La primera personita que me llamó ‘tía’ fué Ana, una muñeca con unos ojazos increíbles hija de una prima de mi marido. Estábamos en el Perelló y de repente oí. –Tía, ¿Me pones agua?. Giré la cabeza hacía un lado y hacia el otro, estaba claro: allí no había más tía que yo, osea que le dije muy contenta ¡claro cariño! Y le puse el agua con una sensación especial.

Cuando nació Laura, me miró (ya sé que los recien nacidos no ven todavía, pero mi Laura me miró...) y empezó a abrir y cerrar la boca como si me quisiera contar cómo le había ido toda la aventura de nacer. Me puse contentísima, con todo el pelo erizado de la emoción porque mi chica se estaba comunicando conmigo.

Hoy aquel bebecito tiene cuatro añazos y aunque le han ayudado sus amigas y primos a soplar la vela porque lo de ser “prota” no le va mucho, se lo ha pasado en grande, nadando, corriendo, viendo los regalos... y yo cuando me ha dicho ¡tía! ¡ mira como nado....!
este es el bizcocho que siempre ha hecho la iaia. De hecho en mi libreta figura como 'bizcocho básico'. El partirlo en tres y rellenarlo, bien de moka o de trufa era típico de todos los cumpleaños. Luego lo pintábamos con chocolate fundido o con merengue.