INGREDIENTES
500 grs. de cocochas
7 dientes de ajo
Aceite de oliva
virgen extra del alto Palancia
Una pebrera o
guindilla
PREPARACION
Echar el aceite
en la cazuela de barro. Cuando se caliente, freír los ajos a fuego medio, que
se frían pero que no se quemen. Sacar y reservar.
Poner el fuego
flojo y dar una vuelta a las cocochas. No hay que pasarse de freírlas. Sacar de
la cazuela y reservar.
Sacar casi todo
el aceite a un bol pequeño y con un colador ir moviendo el aceite restante
hasta que espese y se forme el pil pil. Al dorar las cocochas habremos visto
unas burbujitas blancas que se forman que son las que se ligan con el aceite.
Ir echando poco
a poco el resto del aceite y también el jugo que habrán ido soltando en la
fuente donde hayamos dejado los trozos y podemos ya pasar a ligarlo con las
varillas.
HISTORIA
Las cocochas son
unas mollitas que hay en la cabeza de los pescados, a ambos lados, como los
mofletes.
A mí me encantan,
y por eso el iaio siempre las hace como aperitivo en Navidad y muchas otras
veces cuando vamos a comer.
Ahora que está
de moda que las modelos se aumenten los mofletes...ay! que basta soy, lo que hacen es resaltar sus pómulos!, lo podrían tomar nota los
bacalaos y ponerse un poquito de relleno en las cocochas.
Mejor no, que se
queden como están que lo natural siempre es lo mejor, que luego los botox, las
siliconas y las tonterías siempre pasan factura. Y como le decía hoy a mi hijo.
Nadie te podrá culpar de la cara que tienes pero sí de la cara que pones!
Osea que más sonreír y menos operar y nos veremos mucho más guapos y felices.
Nadie te podrá culpar de la cara que tienes pero sí de la cara que pones!
Osea que más sonreír y menos operar y nos veremos mucho más guapos y felices.
Qué buenas las cocochas. Besosss
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