INGREDIENTES
Para 8 personas
4 bogavantes vivos
Un tomate de pera maduro
un diente de ajo
800 grs. de arroz
200 grs. de gambitas peladas.
4 bogavantes vivos
Un tomate de pera maduro
un diente de ajo
800 grs. de arroz
200 grs. de gambitas peladas.
200 grs. de aros
de calamar
2,2 litros de caldo de pescado.
Pimentón y azafrán
2,2 litros de caldo de pescado.
Pimentón y azafrán
PREPARACION
Comprar los bogavantes vivos y comprobar que no les falta ninguna pata ya que habrán perdido por ahí parte de su jugo. Meter los bogavantes en el congelador. Si los ponemos vivos a sofreír del contacto con el aceite caliente se contrae el músculo y quedan más duros. Como al congelarse tienen una ’muerte dulce’ se queda la carne más tierna. Cortar cada bogavante por la mitad a lo largo ya que cada media parte será para una persona. Cortarlo dentro de un plato para poder aprovechar los jugos que suelte para el caldo.
Quitar la masa verde de la cabeza que son las tripas. Sofreír el bogavante en aceite de oliva y reservar. Sofreír tomate rallado y un ajito. Añadir las gambitas peladas y las anillas de calamar. Por último añadir el arroz (D.O. Valencia, por supuesto).
Añadir pimentón pero no de la vera, que da demasiado
sabor, del normal e inmediatamente para que el pimentón no se queme, añadir el
caldo ya hirviendo (casi tres veces la cantidad de arroz. Contar de 18 a 20
minutos de cocción. Los primeros cinco ha de hervir a fuego fuerte para que se
separe el almidón y el arroz quede suelto, luego bajarlo y a los 10 minutos
añadir los bogavantes.
Cuando quedan cinco ya se ve todo el arroz y unas burbujitas sobresaliendo por encima. Bajar el fuego al mínimo y esperar, oiremos como un chisporroteo, ya solo queda el aceitito porque el arroz ha embebido todo el caldo. Ahora se empieza a socarrar.
Cuando quedan cinco ya se ve todo el arroz y unas burbujitas sobresaliendo por encima. Bajar el fuego al mínimo y esperar, oiremos como un chisporroteo, ya solo queda el aceitito porque el arroz ha embebido todo el caldo. Ahora se empieza a socarrar.
HISTORIA
El sabor que le
da la leña a la paella es insuperable,
por eso siempre que vamos a la Cañada el iaio nos hace una excelente paella,
bien de pollo, o en este caso, para celebrar algo especial una estupenda paella
de bogavante.
Los bogavantes
están muy buenos y en ocasiones ponen alguna oferta que merece la pena
aprovechar y congelar para luego hacerte un arrocito tan estupendo como éste, y
si te lo hace el iaio, en la Cañada y a leña el homenaje está asegurado.
Ésta la hizo en
verano, para celebrar el santo de la iaia, que aunque muchas personas ya no lo
celebran, en mi familia son casi más importantes que el cumpleaños. La Bis lo
dejó bien claro. nos daba dos mil pesetas para el cumple y cinco mil para el
Santo.
Una paella de lujo! que arroz más bueno. y que razón tienes, las paellas hechas a leña son las mejores, toda la vida las he comido cocinadas así en la casa de campo de mis abuelos. Un beso!
ResponderEliminarTodo hecho a la leña o al horno de piedra sabe mejor...que pena que se pierdan esas buenas costumbres!!! Te ha quedado una paella genial, enhorabuena!! ;)
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