martes, 6 de agosto de 2013

SALPICON DE PULPO Y LENTEJAS ROJAS



INGREDIENTES

3 ó 4 patas de pulpo ya cocido (según el tamaño)
100 grs. de lentejas rojas cocidas
1 cebolla pequeña
½ pimiento verde
3 ó 4 pepinillos
Para la vinagreta.
Aceite de oliva, vinagre y sal al gusto

PREPARACION

Cocer las lentejas en abundante agua con sal el tiempo que indique el paquete (ponía quince minutos).
Cortar todos los ingredientes a cuadraditos pequeños y mezclar en un bol.  Poner los ingredientes de la vinagreta en un bote hermético y agitar vigorosamente para que se mezclen bien.
Incorporar la vinagreta al bol y removerlo todo bien.
Poner un aro de emplatar en un plato e introducir el salpicón. Apretar un poco para que no se nos desmorone cuando lo saquemos y adornar con una pata de pulpo que habremos reservado.

HISTORIA


Recupero un artículo que escribí hace tiempo para la revista MD Mujer:
Aunque las madres nos creemos perfectas, por nuestras peculiaridades, como la facultad de la adivinación (‘¡que te vas a caer!), la del  termostato (está refrescando ponte la rebequita), la perseverancia (aunque tenga meada hasta el alma voy a quitarte los pañales y vas a hacer pis en el orinal!)…, cuando nació mi hija me di cuenta de un defecto físico que padecemos.
La niña quería estar al brazo, (lo normal), con lo que uno de mis brazos estaba siempre ocupado debajo de su culete. El brazo que me quedaba libre luchaba por seguir haciendo cosas cotidianas. Nada fuera de lo común: recoger unos calcetines, pelar una carlota para su papilla, peinarme…etc. etc. Si hacía las tareas mi hija lloraba y yo me ponía nerviosa al oírla. Si cogía a mí plañidera en brazos, no hacía nada más y también me ponía nerviosa.
Mis retoños crecieron y ya no los llevaba en brazos, pero tenía que recogerlos del colegio. Llevaba un bolso con mis cosas y otro con su merienda.
-Mamá ten- me daban el chaquetón.
-Mamá ten- me daban la mochila.
-Mamá: llévame el balón- me daban el balón
-Mamá tengo calor -otro chaquetón….
Me entraba complejo de perchero de cinco brazos, pero la situación empeoraba cuando sonaba mi móvil y tenía que diseñar una estrategia para poder sostener en equilibrio los chaquetones y las mochilas, conseguir que no se me cayera el balón y rebuscar en mi bolso el móvil que sonaba y sonaba hasta que lo encontraba, que era justo cuando dejaba de sonar. Habéis acertado: Me ponía nerviosa…
Otras veces entraba al super engañándome a mi misma sin saberlo. –Total-pensaba- solo necesito unos tomates. Salía del super con dos bolsas repletas y mis dos únicos brazos a punto de tocar el suelo, y lo normal, me ponía nerviosa.
Y eso si hacía buen tiempo, ya que si llovía tenía que añadir a todo lo anterior sujetar el paraguas.
Hasta que un día preparando esta rica y fácil ensalada que os presento vi claro mi problema. Un defecto físico que toda madre posee: Dos brazos.
Como mínimo las madres deberíamos tener tres o cinco, ¡que digo! lo mejor sería tener ocho brazos como los pulpos. Me imaginé con mis brazos: con los dos que quedaran en la espalda podría haber acunado a mi bebé mientras con los de delante hacía una paella y sujetando el plumero con el brazo lateral quitaba el polvo de los cuadros, con otro quizá rascarme la cabeza o hacerme un masaje en la espalda, para relajarme y claro como serían tan largos a la vez me pintaría las uñas de los pies...
También podría haber llevado cómodamente los abrigos, una guitarra, balones, mochilas escolares, la compra e incluso llevar a mis niños en brazos…deberían ser unos brazos fuertes, por supuesto. Hubiera llevado el movil siempre en una mano, para poder contestar enseguida y ….¡que decir del paraguas!
Lo tengo clarísimo, nada de hacernos liftings o quitarnos las patas de gallo, lo que hay que hacer es implantarse brazos, para poder atender las necesidades que tenemos, o que nuestros locos bajitos hacen que tengamos…(mejor no entro en las necesidades de nuestra pareja…)
¿No es para pensarlo?

Mientras tanto, os dejo la receta de la ensalada con el pulpo que inspiró mis absurdos pensamientos y mi risa, al pensar en como serían las camisas con tantas mangas….

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3 comentarios:

  1. Con lo que me gusta el pulpo... me has entrado muchas ganas de hacerlo, gracias!!

    Saludos!
    Luis (Así cocinamos en casa)

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  2. La receta buenisima, pero la historia mas. feliz verano!!!

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  3. Hola octopussy. Jajajajajjaja, lo que me he reído imaginándome, mejor ducho, imaginándonos con ocho brazos. De verdad se te ocurre cada cosa..., pero desde luego con mucha lógica, las cosas como son.
    Esta ensaladita la voy a poner en práctica, yo en verano hago ensalada de lentejas pero sólo acompañada de cebolleta y su correspondiente vinagreta. Esta como que me ha gustado más.
    Feliz verano reina.
    Besets

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