DULCE DE BONIATO

INGREDIENTES

azúcar

ralladura de limón y naranja
canela molida
boniatos (la cantidad es peso por peso una vez cocidos)

PREPARACION

Lavar bien los boniatos y pelarlos, los buenos son los blanquitos.
Cortarlos a trozos y ponerlos en la olla express con un dedito de agua. Tapar y cuando salga el vapor contar quince minutos.

A quien no le guste la olla que lo ponga en una olla tradicional con más agua y que cuente algo más de media hora, vigilando que no se quede sin agua. Pinchar y cuando están blanditos ya están.

Dejar escurrir bien ( dejar un buen rato en un escurridor o ponerlos dentro de una gasa esteril y colgarlos) y pesar. La receta tradicional es peso por peso es decir un kilo de azúcar por cada kilo de boniato, pero yo le pongo 750 gramos de azúcar ya que parece que ahora nos gusten las cosas menos dulces.

Volver a poner en la olla los boniatos cocidos con el azúcar que les corresponda y añadir ralladura de limón o naranja y canela, al gusto. Poner al mínimo fuego e ir removiendo continuamente con cuidado porque a la mínima se pega y se quema y va haciendo chuf chuf al irse cociendo, hay que tener cuidado con las quemaduras si nos salpica.

Cuando se ha deshecho el azúcar y toma un color doradito en unos veinte minutos ya está.

Se puede gastar ya o llenar botes de conserva si tenemos mucha cantidad y hacer el vacío como se explica aquí.

HISTORIA

Cuando llegaba el frío, no se muy bien si antes o después de que el corte ingles anunciara la Navidad, mi madre se ponía a hacer el dulce de boniato.

Sobre todo recuerdo el olor y también que era algo pesado porque hacía una gran cantidad y costaba moverlo, también recuerdo cuando me enseñaba una bambolla enrojecida en su piel pecosa porque le había saltado un poco de la olla y es que cada chuf chuf era un tanto peligroso, como la erupción volcánica que se está desarrollando en la isla de Hierro.


El olorcillo del dulce de boniato significaba que pronto vendría la jornada de hacer los pastelitos de boniato de Navidad, aunque había años que lo comprábamos de Mercadona y tampoco estaba mal.

Estos son del huerto. Cuando escarbamos la tierra sin saber si encontraríamos algo debajo nos sorprendimos de ver el tamaño de la cosecha. Nunca antes habíamos visto unos boniatos tan grandes y de calidad han salido impresionantes, blanquitos y ricos. da ilusión
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