INGREDIENTES
1 lata de
pimientos del piquillo de buena calidad
6 dientes de ajo
aceite de oliva
2 cucharadas de azúcar.
PREPARACION
Precalentar el
horno a 160º.
Escurrir los
pimientos y reservar el jugo que queda en la lata.
Poner en una
sartén amplia los dientes de ajo cortados en láminas y una capa fina de aceite
de oliva. Colocar los pimientos sin amontonarlos.
Echar una
cucharada de azúcar por encima distribuyéndola por encima de todos.
A los diez
minutos darles la vuelta sin pincharlos y echarles la otra cucharada de azúcar.
Seguir
confitándolos a fuego suave
Cuando ya estén ponerlos
en una fuente de porcelana que vaya al horno unos al lado de los otros sin
amontonarlos y rociarlos con el jugo de la lata.
Meterlos al
horno treinta minutos y al sacar espolvorear con escamas de sal o sal gorda. y buen provecho. Para acompañar carne están magistrales.
HISTORIA
Viajar es de lo
mejor que hay, sobre todo, si a parte de disfrutar de los paisajes y costumbres,
gozamos de la gastronomía.
Este verano
fuimos unos días a Asturias y, en el viaje de ida, nos desviamos para pasar por
Tolosa y comer los míticos chuletones del restaurante Casa Julián.
Estaban
impresionantes y, a parte de unos espárragos que me parecieron los mejores que he
probado en mi vida, descubrimos estos pimientos confitados. Tras degustarlos
pedimos otro plato, y nos explicaron como los hacían. La chuleta estaba magistral, y, por supuesto
que también repetimos.
El local es muy
curioso, el comedor no es muy grande por lo que si no reservas puede que te
quedes sin comer y la parrilla, diseñada especialmente, está en el mismo comedor por lo que ves como los
están cocinando. El techo es abuhardillado, como una cueva y la decoración por las paredes son múltiples botellas de licor de todos los
tipos. Nos atendieron muy bien y luego visitamos Tolosa, con una fina lluvia
cayendo. Era agosto y hacía más frío que ahora, que estamos acabando octubre...
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