INGREDIENTES
8 pies de cerdo (16 medias piezas)
700 grs. de caracoles ya lavados
1 carlota
2 cebollas
1 tomate
1 puerro
perejil, sal y pimienta
250 grs. de chorizo, jamón y bacon cortado a trozos muy pequeñitos.
Ajo
Pimentón de la Vera
PREPARACION
Quitar algunas pieles que pudieran quedar y quemar los pies con un soplete o a la llamita del fuego para eliminar los pelos que pudieran quedar.
Ponerlas en una olla a hervir. Limpiar bien la pila o una palangana grande y cuando salgan las espumas negras echar las manitas sobre la pila y frotarlas una a una con un cepillo para quitarles lo negro.
Poner a hervir los caracoles con un poco de romero (se puden comprar congelados o limpiarlos y engañarlos como se explica aquí.
Volverlas a poner a hervir junto con una carlota, un tomate de pera, un puerro, una cebolla y bolas de pimienta, un manojo de perejil y sal.
Se tienen en la olla exprés unos 35 minutos. No más para que no se deshagan.
Rallar o cortar muy pequeñita la cebolla para el sofrito en una sartén amplia. Poner al fuego con aceite de oliva y dorar a fuego muy suave. Añadir el tomate y cuando ya esté el pimentón y los trocitos de jamón, chorizo y bacon.
Echar caldo de la coción, no demasiado, para la salsa. Echar las manitas y los caracoles y tener hirviendo 15 minutos, ir removiendo con cuidado que no se rompan y para que se impregnen de todos los sabores.
Servir dos a cada uno y con salsita por encima.
HISTORIA
Al volver de Andorra, los iaios paraban en un pueblo llamado Tiurana en el restaurante La Masía del Vino. Ni el restaurante ni el pueblo existen ya porque aquel paraje fue inundado por la construcción de un pantano.
Al leer la carta la iaia preguntó ¿qué son los pies de ministro?
-Señora ¡son pies de cerdo!
No sé si la iaia pensó en lo acertado del nombre o no, pero desde ese momento les llamamos así.
Nos gustaba tanto esta receta que la iaia la hacía cuando venían invitados y hasta le daba verguenza pasar por la caja con tanta cantidad de manitas
Aunque hoy, en vez de un insulto a estos miembros de la clase política, parece un insulto a los pobres cerdos, que crecen para proporcionarnos alimento pero no pretenden enriquecerse ni lucrarse a costa del dinero de los demás.
Hoy en aquel restaurante podía llamarse a esta receta 'Pies de políticos expresidentes de algunas Entidades financieras'.,Porque lejos de tomar decisiones acertadas y de tener oficio, se han dedicado no sé muy bien a qué, excusando en la coyuntura la falta de decisiones acertadas o la falta de decisiones (no decidir es ya una decisión).
Pero esperemos que el refranero español acierte una vez más y a todos los políticos que, lejos de procurar el bien común, han utilizado su cargo para enriquecerse les pase como a los cerdos, que les llegue su San Martín.